La Telepráctica se define como la aplicación de la tecnología de telecomunicación para la prestación de servicios profesionales a distancia, mediante la vinculación del profesional y el usuario para evaluación, intervención y/o consulta, esta permite la continuidad de la atención cuando las sesiones en persona no son factibles.
Aunque la Telepráctica se ha realizado desde hace bastante tiempo, debido a la situación mundial de pandemia, esta se ha vuelto una herramienta cada vez más común, siendo utilizada tanto por profesionales de la salud como de la educación, donde nacen conceptos como Teleeducación y Teleterapia. A través de las cuales, hoy los niños y niñas han podido dar continuidad a su educación y terapia en el caso de aquellos que presentan trastornos del lenguaje.
En el uso de la tecnología de la comunicación, existen diversas dinámicas de participación, por ejemplo, profesor-estudiantes, terapeuta-niño, terapeuta-familia, terapeuta-familia-niño, entre otros.
En cuanto a los beneficios de esta práctica, además de que permite continuar el proceso de aprendizaje y superación de barreras del lenguaje, el uso de tecnologías provee una gran cantidad de recursos interactivos que potencian la motivación por parte de los niños y niñas dentro de una clase o sesión terapéutica, entre ellos, videos, juegos, filtros, fondos, entre otros. Promueve la participación de los padres generando un grado de co-enseñanza y co-terapeutas activos en las sesiones fonoaudiológicas, en donde brindan apoyo fundamental para lograr el éxito de una sesión. Promueve la transferencia de las habilidades aprendidas a su entorno natural o cotidiano lo cual potencia la efectivad de una enseñanza o de un ejercicio. Permite el vínculo familia-niño-profesional.
Por otro lado, están los contras, o dificultades para el uso de medios tecnológicos. Se requiere contar idealmente con un computador o celular e internet estable para lograr una clase o sesión terapéutica fluida, lo cual puede ser difícil o imposible para algunas familias. De igual forma, es necesario un manejo mínimo de la tecnología, para poder llevar a cabo la conexión. Lograr coincidir los tiempos de los profesionales y de la familia puede ser una tarea compleja, pues es necesaria la presencia de ambas partes en la conexión. De igual forma, puede llegar a ser frustrante la incapacidad por parte de los profesionales y los niños para desenvolverse normalmente en una sesión, ya que la interacción se ve limitada por una pantalla. Lo que igualmente, limita la universalidad de la comunicación lingüística como corporal.
Para finalizar, es importante destacar que, en cuanto a la terapia del lenguaje, existe evidencia en aumento a cerca de su efectividad, asimilando según estudios a la terapia presencial. Por lo cual, no solo es respaldada por diversas organizaciones sino que también es remendada. Cabe señalar, que en la riqueza de las diferencias existente entre los seres humanos, la motivación, la respuesta a cada clase o sesión terapéutica, el éxito del aprendizaje, puede variar en cada caso.